segunda-feira, 20 de outubro de 2008

Conspiración de ti

En mi ventana los cantos amanecidos de los pájaros interrumpen letalmente ese enmarañar mis pensamientos en tu pelo, aquel que desprevenidamente ha crecido desde mi último recuerdo. Como una confesión impresa somatizo tu ausencia, la necesidad de tu tiempo, la ilusión de verte hablar mientras por un momento el silencio nos corrompa y simplemente observemos el alma del otro. Estoy hurtando tu tiempo a pedacitos, como un aroma me lo impregno en la piel y lo convierto en una imagen de ti, en un pensar en ti. Cuánta complicidad hay en el tiempo cuando por un azar sonreímos simultáneamente, cuanto de azar hay en mi intención de encontrarme reflejada en tu pupila mientras sorteamos palabras recargadas de historia. No es gratuito, sobrevives a mis desilusiones, a mis aprendizajes, intento verte en conjunto y no como tus partes. Me sorprendo ahí espiando cada lugar que no recorres, eres todo eso que me encuentro entre palabras y rostros, entre canciones e imágenes, en la arqueología de lo cotidiano, en lo que el tren lleva y trae a la ciudad: cuerpos cansados y sueños desperdigados o clandestinizados en el tumulto. Como explotan las palabras mientras en mi cuerpo corre un cosquilleo insípido que me combate, esgrime mis miedos, mis incapacidades. Aguardo el nuevo día con otra sorpresa premeditada, con otra bienaventurada imagen de ti, otra conspiración de ti.

2 comentários:

Amortiguaciones. disse...

El amor, el amor!!! Cómo estás? Tanto tiempo, que intensas tus palabras!!!
Un beso muy grande, te spero por mi blog alguna vez.

Amortiguaciones. disse...

¡Cómo andás tanto tiempo? Te leo y me alucina lo que leo. me encantarìa alguna vez conversar contigo en persona con unas copas de vino de por medio. Me despido con EL sueño, un poema de Jorge Luis Borges. Un abrazo.

El sueño

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

JORGE LUIS BORGES